Goethe en Dachau

22,00  IVA incluido

«1 de abril
Hoy por la mañana 38,3. ¿Tifus? ¿O sólo una broma de mal gusto de primero de abril? En todo caso, a pesar de la fiebre hoy estoy mucho más calmado que ayer —aun cuando tengo que seguir creyendo que pueda suceder— y sólo puedo decir, con palabras de Tucholsky: “¡Me echaría tremendamente de menos!” ¿Literatura, incluso frente a la muerte? ¿Y por qué no?»

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Descripción

Rost entró en Dachau con un absceso en la pierna por lo que ingresó directamente en la enfermería. Allí leyó a Goethe, los hermanos Friedrich y August von Schlegel, Hölderlin y Schopenhauer. También a Rousseau, Silvio Pellico, Franz Grillparzer, August Strindberg y Jean Racine. Habló con el senador belga Herman Bernard Wiardi Beckman, el publicista Gijs van Munster y los príncipes Federico Leopoldo de Prusia y Javier de Borbón-Parma. Escribió “que muchas de esas notas no fueran escritas de la manera en la que aquí se publican, sino sólo con inteligibles palabras en clave, no precisa de explicación ulterior. Es incluso menos necesario recordar que llevar este diario bajo las condiciones dadas era una tarea arriesgada que sólo se pudo lleva a cabo con la ayuda de algunos amigos”.
Goethe en Dachau es un diario pero se aleja de otros testimonios del sistema concentracionario nazi en tanto que se centra en recoger las discusiones y reflexiones filosóficas, políticas,… convirtiéndose en ejemplo de cómo la cultura puede salvar a un hombre del infierno que le rodea.
Además, el impresionante prólogo de Goethe en Dachau es obra de su amiga y escritora Anna Seghers.

Nico Rost (Groningen, 1896 – Amsterdam, 1967) . Periodista, escritor y traductor. Entre los años 1923 y 1933 vivió en Berlín, donde desarrolló su carrera como escritor, periodista y traductor. En febrero de 1933, cuando Hitler aún no había cumplido un mes como Canciller, fue encarcelado en el campo de concentración de Oranienburg, una de las primeras instalaciones de detención nazi ubicada en una fábrica abandonada. Allí permaneció tres semanas. A su salida, Rost se instaló en Bruselas. Cuando estalló la guerra civil, viajó a España primero como corresponsal y luego como invitado al II Congreso de Intelectuales en Defensa de la Cultura de Valencia. Al acabar la contienda, regresó a Bélgica. Nico Rost trabajó a partir de entonces con varios seudónimos pero eso no le libró de la persecución nazi. En 1942 fue arrestado y encarcelado en la prisión de Scheveningen, de allí fue trasladado a Vught y finalmente al campo de concentración de Dachau, de donde no salió hasta la liberación.

 

Traducción: Núria Molines Galarza

Imagen de cubierta: Marta Martínez Carro

Caligrafía de cubierta: Aitor Mediero Arrozbide

ISBN: 978-84-944121-3-4

344 páginas / IBIC: