Una firma, un bombín, una portada

Sí, esto es un blog. Bueno, lo llamaré blog por llamarlo de alguna manera porque un blog requiere, sobre todo, tiempo y eso es justo de lo que más escasa voy. Es un espacio para comunicaciones más largas de lo que las redes sociales me permiten. Comunicar así en general porque quiero contar cosas sobre nuestros libros pero no solamente porque los procesos de edición a veces nos llevan a historias que muchas veces se quedan en nuestras libretas cuando lo bonito sería poder compartirlas con toda la humanidad.

Dicho esto, aquí hemos venido a hablar de nuestro libro. ¿De cuál? Del próximo. ¿El secreto? No, aún no. Lo del secreto lo compartiré cuando se hayan agotado las existencias porque de lo contrario el asunto pierde toda la gracia. Aquí o se ama a ciegas o no se ama. Vengo a hablar de Romain Rolland que es un tipo relativamente desconocido en nuestro país pero es nada más y nada menos que el premio Nobel de Literatura de 1915 (así como anécdota, el Nobel de Literatura no se otorgó en 1914, 1918, 1935 y de 1940 a 1943) y era amiguito de un montón de personas que pensaban y escribían bonito y punzante. De entre su extensísima obra, de la que espero podamos traducir otros títulos, decidí empezar por dos y convertirla en una: Más allá de la contienda y Los precursores. ¿Y eso por qué? Pues porque el propio Rolland concibió el segundo como continuación del primero y ya era hora de que alguien las juntara, como ya los franceses hicieron en su momento.

Tampoco voy a contar de qué va porque hay que comprarlo, claro PERO os puedo explicar cosas sobre él. La primera es que la traducción del texto ha corrido a cargo de Núria Molines que ha hecho un trabajo absolutamente excelente y eso se hace evidente incluso cuando sólo lees el libro en español. La segunda es que no nos hemos vuelto locas con las notas, para eso ya está Rolland que anotó y puntualizó muchas cosas. La tercera es que TENEMOS PORTADA y aquí me voy a detener unos segundos. La imagen es del fotógrafo/alquimista Alex Timmermans y se titula «Model’s day off» lo cual adquiere todo el sentido cuando uno se da cuenta de que de haber sido escuchado, Rolland podría haber ahorrado a Europa muchas muertes. ¡Y encima sale un bombín! que es una de las cosas más guays que existen en el universo. Por si esto fuera poco, Alex me ha dado permiso para voltearla lo cual le queda muy bien a la única camiseta rosa que tengo y dice «more talent, less ego».

Portada ROMAIN enteraPortada ROMAIN entera

Las letras son de mi calígrafo favorito (sí, tengo un calígrafo favorito) y… están basadas en la firma del propio Romain Rolland.

Portada ROMAIN frontal

Dicho todo esto, espero que los motivos que me llevaron a decantarme por todas esas decisiones hayan sido las acertadas y sean dignas del grandísimo libro con el que un enormísimo escritor quiso salvarnos a todos. Y quizá aún pueda.

 

¡A criticar!

 

Marta

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